La Agricultura en la Época Colonial puede caracterizarse por las actividades y los productos que emergieron con el contacto del Nuevo y el Viejo Mundo -América y Europa- (Móbil, y Deleon, 1995).
En general puede decirse que la colonización enriqueció la agricultura con numerosas plantas nuevas, fueron introducidas diversas especies agrícolas como el trigo, el cual fue traído por Hernán Cortés a América en la década de 1520, a mediados de ese siglo ya se cultivaban diversas variedades. Poco después apareció el molino de agua y con él la harina y el pan fundamental para la supervivencia de los europeos. En 1529 trajo el trigo a Guatemala el franciscano Fray Benito de Villacañas (Móbil, y Deleon, 1995).
La caña de azúcar fue traída de las Islas Canarias, en Guatemala se cultivó al principio en pequeñas propiedades, pero conforme creció su demanda local e internacional, los ingenios se transformaron en grandes empresas de inversiones considerables (Móbil, y Deleon, 1995).
El café, procedente de Arabia no se cultivó sino hasta iniciarse el siglo XIX y en cuanto a la vid y el olivo -vino y aceite- también importantísimas para los peninsulares, las prohibiciones coloniales que pretendían favorecer a sus cultivadores en España prácticamente impidieron que se cultivaran en el reyno de Guatemala (Móbil, y Deleon, 1995).
También esta la importancia que tuvieron cuatro productos que, aunque originarios de América, se convirtieron en productos de exportación y alcanzaron gran importancia en la economía del reyno, especialmente en las regiones que como Guatemala o la Audiencia de Guatemala carecían de riqueza minera significativa: son ellos el cacao, los colorantes -el añil o jiquilite y la cochinilla o grana- y como complemento del cacao, la vainilla, aunque ésta última fue especialmente cultivada en México (Móbil y Deleon, 1995).
Referencias bibliográficas
- Móbil, J. y Deleon A. (1995). Guatemala: su pueblo y su historia. Guatemala. Editorial Serviprensa, S.A.