Las Amenazas a la Biodiversidad de Guatemala son un conjunto de presiones que se mantienen sobre la biodiversidad y promueven una degradación ambiental en Guatemala (CONAP, 2012).
La biodiversidad es básica para el desarrollo sostenible de Guatemala. Elementos como la gama de genes, los ecosistemas y las especies que caracterizan a Guatemala tiene papel en el mecanismo ecológico de la población humana y los procesos naturales necesarios para la sobrevivencia de la especie humana y los animales (CONAP, 2012).
Las amenazas antropogénicas a la biodiversidad, son las que ocurren a causa de actividades humanas como la erosión de la tierra, deforestación, contaminación, talas legales e ilegales, incendios forestales, introducción de especies exóticas invasoras, tráfico ilegal de vida silvestre y avance de la frontera agrícola y pecuaria (CONAP, 2012).
Las amenazas naturales a la biodiversidad, son las que se manifiestan sin la intervención humana, como los sismos, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, huracanes ciclones e inundaciones (CONAP, 2012).
Las amenazas globales a la biodiversidad, son aquellas que tienen impacto en el globo terrestre, como las variaciones del clima provenientes del cambio climático y los fenómenos relacionados con los efectos de El Niño y La Niña (CONAP, 2012).
Entre las amenazas a la biodiversidad en Guatemala están:
Narcoactividad: Es una actividad de lucro y comercio ilícito practicada por grupos clandestinos de alta organización. Su producción industrial y actividades agrícolas afectan directamente la diversidad y fragmentan los hábitats naturales. Es el caso de la región de la selva de Petén, al ser una posición estratégica para el traspaso de droga entre Guatemala y México (CONAP, 2012).
Contaminación por desechos sólidos y líquidos: La introducción de cuerpos o corrientes de agua contaminados afecta los ecosistemas terrestres y acuáticos del país. Entre los principales contaminantes del territorio guatemalteco se encuentran los residuos industriales y mineros, los combustibles fósiles, los plaguicidas y los desechos de centros poblados. Un ejemplo de esto fue el uso de plaguicidas para el cultivo de algodón en la costa sur de Guatemala, lo cual propició la extinción de flora y fauna en la región (CONAP, 2012).
Incendios forestales: Pueden ser de origen antrópico o, bien, naturales, como los incendios de la época seca, de febrero a mayo, en el Corredor seco –áreas como Petén, Chiquimula, Quiché, Zacapa, Jalapa y las Verapaces-. Son clasificados según el área de los ecosistemas que afecten: de copa –incendios altos-, rastreros -incendios a nivel terrestre- y subterráneos (CONAP, 2012).
Los incendios se han convertido en una amenaza certera para el territorio nacional. El INAB y SIPECIF reportan serios daños a la salud y bienes humanos, principalmente en los años 1998, 2003 y 2005 –por los eventos de El Niño-. Los efectos incluyen impactos directos a la salud humana, calidad del aire, agua y suelo y pérdida de inmensas áreas forestales. Entre las principales causas apuntadas por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas -CEMEC- está la conducta humana y uso inapropiado del fuego, la deficiencia de los mecanismos de control, la deforestación industrial y las quemas intencionales (CONAP, 2012).
Introducción de especies exóticas invasoras: Las invasiones biológicas son especies animales invasoras las cuales se establecen en un territorio e introducen cambios o amenazas para la diversidad biológica nativa. Los invasores ponen en peligro a las especies que no pueden funcionar con el nuevo integrante del ecosistema. Es generado a través de tres distintos tipos de actividades: introducción para el uso agropecuario, la arquitectura y la decoración; la introducción para el cautiverio o confinamiento -zoológicos, acuarios, etc.- y las introducciones fortuitas por medio de comercio, transporte o turismo. Asimismo, en algunas ocasiones la introducción también es consecuencia de otros problemas como la deforestación y los incendios, los cuales obligan a las especies a migrar (CONAP, 2012).
Exploración y explotación petrolera y minera: Según el artículo 6 del decreto legislativo 48-97 así como el artículo 1 del decreto de ley 109-83 -la Ley de Hidrocarburos- del Congreso de la República, la minería es la exploración y explotación de los recursos naturales. En Guatemala se da mayormente la minería de minerales no metálicos -carbón, arena, balasto, granito, grava, cal, piedra pómez- y metálicos -oro, plata, basalto, bentonita, esquisto, etc.-, principalmente en la costa sur. Los hidrocarburos son explotados de tres cuencas principales: Petén, Amatique y Pacífico (CONAP, 2012).
Afecta la biodiversidad principalmente en la alteración de los ecosistemas y la contaminación tóxica de residuos. Es originado de la gestión gubernamental y un mal uso de la Estrategia de manejo y conservación de la biodiversidad y la Política del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas, así como el tráfico de influencias y la corrupción en el sistema político que las rige (CONAP, 2012).
Caza, pesca y tráfico ilegal de vida silvestre: El comercio -extracción, transporte y venta- ilegal de productos de la flora y fauna es una amenaza directa para la biología de Guatemala. Las principales especies de fauna explotadas en el territorio guatemalteco son: guacamayas, loros, tucanes, pavos, monos, pizotes, venados, peces y otros. Por otro lado, la flora afectada comprende: pino, cedro, caoba, xate e izote. La cacería y la pesca han arrasado con especies como el quetzal, el jaguar y el manatí (CONAP, 2012).
Deforestación y avance de la frontera agropecuaria: Esto se refiere a la transformación del suelo para propósitos agrícolas e industriales que afectan directamente al desarrollo de los ecosistemas en uso. Este es uno de los principales problemas en el subsector forestal de la biodiversidad en Guatemala. La colonización del Petén y la Franja Transversal del Norte ha afectado enormemente la biósfera maya y las especies autóctonas del lugar (CONAP, 2012).
Según el decreto legislativo 1551, la “Ley de Reforma Agraria”, se obliga a los beneficiados a la rehabilitación de las áreas verdes y, sin embargo, esto es vulnerable a la corrupción de los sistemas políticos económicos que la rigen. El impacto es catalogado en el Estudio sobre la Dinámica de la Cobertura Forestal de Guatemala, elaborado por la Universidad del Valle de Guatemala, el INAB y el CONAP, como una pérdida del 20% de áreas forestales en un período de 10 años –entre 1991 y 2001-, proceso que continúa creciendo actualmente (CONAP, 2012).
Organismos modificados genéticamente -OVMGs-: Son organismos que poseen una combinación nueva de material genético obtenida por medio de la biotecnología moderna. Según el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología de 2000 y el Marco Nacional de Seguridad de la Biotecnología para Guatemala, los organismos alterados son aplicados especialmente a la agricultura -botánica- para crear plantas resistentes a virus, insectos y herbicidas. Esto descontrola el equilibrio de la cadena alimenticia y los ecosistemas entren en crisis (CONAP, 2012).
Referencias Bibliográficas
- CONAP (2012). Guatemala y su biodiversidad: Un enfoque histórico, cultural, biológico y económico. Consejo Nacional de Áreas Protegidas. Oficina Técnica de la Biodiversidad. Editorial Serviprensa: Guatemala.