La Batalla de Tonalá fue el primer encuentro sangriento que tuvieron los españoles, con el resultado de una derrota completa de los indígenas, lo cual permitió a Pedro de Alvarado apoderarse de toda la región de Soconusco, actualmente tierra mexicana (Móbil, 2012).
La derrota de Tonalá no desalentó a los reyes quichés, quienes eran el Ahau Ajpop, príncipe Oxib Quej y el Ahpop Cambá, príncipe Beleheb Tzi, ambos pertenecientes a la casa de Cavec. Los señores quichés prepararon otro gran ejército, el más grande y poderoso que pudieron reunir. Se habla de un número aproximado de 30,000 combatientes indígenas. Por su parte, Alvarado prosiguió su marcha hacia el interior del país y se dirigió a la comarca de Xuchiltepeque –Suchitepéquez– cuyo centro más importante era Xetulul, también llamado Zapotitlán (Móbil, 2012).
Antes de llegar al enfrentamiento más importante de la conquista de Guatemala, la tropa española atravesó el río Tilapa y luego se vio forzada a vadear el caudaloso río Samalá, frente al cual estaban esperándoles los indígenas, a quienes venció muy sangrientamente persiguiendo a muerte a los sobrevivientes (Móbil, 2012).
Referencias bibliográficas
- Móbil, J. (2012). Guatemala, el lado oscuro de a historia. Guatemala: Serviprensa.