La Chaya es una planta comestible conocida por los mayas como chay. Su especie es Cnidoscolus aconitifolius, se acostumbra a comerla en caldos y es muy popular en Petén, Guatemala (González, 2014).
La chaya es un arbusto pequeño y sus espinas pueden ser incómodas, a pesar de ser pequeñas. Se le reconoce por ser un vegetal plantado por estaca, ya que se usa para delimitar propiedades (González, 2014).
Su valor nutritivo en 100 gramos –g- de porción comestible es de 79.8 por ciento de agua, 64 kilocalorías, 234 miligramos –mg- de calcio, 2.8 mg. de hierro, 946 microgramos –mcg- de vitamina A (González, 2014).
Según estudios de la Universidad del Valle de Guatemala -UVG- y de la organización MiraclesInAction.org, la chaya es más rica en hierro que la espinaca y también es una buena fuente de potasio y calcio, además de contener proteínas, fibra, vitamina C y caróteno. Sin embargo, si la planta es mal cocinada puede resultar tóxica. Debido a esto, los estudios de la UVG recomiendan cocerla 10 minutos, como mínimo, y hacerlo en un recipiente que no sea de aluminio (González, 2014).
Entre los beneficios que proporciona su consumo, se encuentran: mejora circulación sanguínea y los baja los niveles de la presión, el colesterol y el ácido úrico, descongestiona y desinfecta los pulmones y previene la artritis (D todo, 2015).
Referencias bibliográficas
- González, A. (2014). Revista D, número 529. Prensa Libre. Guatemala.
- D todo (2015). Revista D, número 598. Prensa Libre. Guatemala.