El Cultivo de Algodón en Guatemala fue una actividad agrícola y económica de gran trascendencia en la historia de Guatemala (Diario de Centro América, 2014).
En Guatemala, los primeros cultivos fueron implementados en el gobierno de Manuel Estrada Cabrera entre los años de 1898 y 1920. La demanda en esa época era considerablemente abundante, por lo que se mandó en 1908 sembrar algodón en los terrenos municipales cuyo clima era el apropiado para el cultivo. Cada comuna fue ordenada a tener al menos seis cuerdas de terreno dispuestas a plantas de algodón (Diario de Centro América, 2014).
Durante el gobierno de Juan José Arévalo -1948-, se retomó la iniciativa de implementar el cultivo del algodón con fines comerciales y como parte de la política agraria para diversificar los productos de exportación. En 1950 el Instituto de Fomento de la Producción -INFOP-, importó semillas, ofreció ayuda financiera a los agricultores y promocionó la producción del algodón, dando buenos resultados (González, 2915).
De 1960 a 1978 fue un período de gran expansión del cultivo del algodón en Guatemala, con un crecimiento acelerado se llegó a cultivar 182 mil manzanas, el auge fue el resultado de los buenos precios en el mercado internacional y la disponibilidad y el alto rendimiento de las tierras fértiles en las planicies de la costa sur de Guatemala. Durante esos años los productores se organizaron en el Consejo Nacional del Algodón (González, 2015).
La decadencia del cultivo del algodón en Guatemala, fue en la década de los ochentas, la cual fue de forma acelerada. Su producción fue reduciéndose por la caída de los precios internacionales, el agotamiento de los suelos, el alto costo de los insumos y la utilización de pesticidas para su cuidado que repercutió en la fauna, flora y la salud humana (González, 2015).
Referencias bibliográficas
- Diario de Centro América. (25 de septiembre. 2014). El rey de los cultivos. Guatemala.
- González, A. (2015. 14 de junio). Vida y muerte del algodón. Revista D. Número 568. Prensa Libre. Guatemala. pp 6¡9