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Imagen de la Municipalidad de Totonicapán (Fotografía: Wikiguate).
Fotografía del Teatro de departamento, situado en la cabecera municipal (Fotografía: Wikiguate).
Imagen de un lavadero público (Fotografía: Wikiguate).
Imagen de la torre situada en la Plaza Guzmán, en Totonicapán (Fotografía: Wikiguate).
Fachada de la Parroquia de San Cristóbal en San Cristóbal Totonicapán (Fotografía: Wikiguate).
Estatua en honor a Atanasio Tzul, situada en Totonicapán y esculpida por el guatemalteco Rodolfo Galeotti Torres (Fotografía: Wikiguate).
Imagen panorámica del Parque Central de Totonicapán (Fotografía: Wikiguate).
Totonicapán es un departamento de la República de Guatemala, situado en la región suroccidental del país. Tiene una extensión territorial de 1060 kilómetros cuadrados y su población es de aproximádamente 395 324 personas, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006. Cuenta con 8 municipios y su cabecera departamental es Totonicapán (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Totonicapán limita al norte con el departamento de Huehuetenango, al este con el departamento de Quiché, al sur con el departamento de Sololá y al oeste con el departamento de Quetzaltenango. Sus principales idiomas son el castellano y el k’iche’. Su temperatura habitual es fría y su fiesta titular es el 29 de septiembre, en honor a San Miguel Arcángel. Su fundación fue el 12 de agosto de 1872 (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
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División Política
Totonicapán tiene ocho municipios (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001):
- Totonicapán
- Momostenango
- San Andrés Xecul
- San Bartolo Aguas Calientes
- San Cristóbal Totonicapán
- San Francisco El Alto
- Santa Lucía La Reforma
- Santa María Chiquimula
Demografía
Totonicapán tiene una población de 395 324 personas, de los cuales un 71.9 por ciento vive bajo la línea de pobreza -284 059 personas- y un 20.0 por ciento es considerado dentro de la categoría de pobreza extrema -79 225 personas- (Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, 2006).
Geografía
Las alturas de la cabecera municipal oscilan entre los 2630 metros sobre el nivel del mar en San Francisco El Alto, y los 1890 en Santa Lucía La Reforma. Esto hace que el clima sea en general frío, aunque hay algunos sectores templados (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Las ramificaciones de la Sierra Madre que atraviesan Totonicapán de noreste a sureste forman algunas montañas como las de Xuliquel y Campanabaj, Chuitamango, Paquí, Pasocob y Pasanab, en donde se encuentran el lugar llamado Los Riscos, que son prominencias de diferentes formas y tamaños causadas por la erosión de la tierra. Su trascendencia natural provocó que fuera declarado Parque Nacional (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
A Totonicapán lo cruzan varios ríos. Entre ellos el Xeqjijel, el Siguán, Pachac, Cirrian, Paúl y Palá, y el más importante, el Río Salamá. En el departamento hay grandes extensiones de bosques donde ha abundado el pinabete y el pino (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Historia
Totonicapán era uno de los sitios más importantes del Reino K’iche’ antes de la invasión y colonización española. La antigua ciudad de Totonicapán, la segunda ciudad k’iche’ durante el período indígena, se fundó primero en las planicies de Patzac y Ojercaibal. Después de cierto tiempo y por diversas razones, dejaron este lugar y se asentaron en el llamado Chuimequená -lugar del agua caliente-, que es el nombre con que aún se conoce entre los indígenas y donde han existido unos baños de agua caliente. Posteriormente se trasladó al lugar donde se encuentra actualmente, muy cerca del antiguo Chuimequená (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
La ciudad de Totonicapán es conocida como Ciudad Prócer, debido a que en 1820 se llevó a cabo una sublevación contra el gobierno español, atribuida especialmente a la imposición de los tributos. En ellas participaron indígenas de San Francisco El Alto, San Andrés Xecul, San Cristóbal Totonicapán y Momostenango. Los cabecillas de esta sublevación fueron Atanasio Tzul y Lucas Aguilar. Este reinado duró solamente 29 días, los cuales fueron de zozobra para los ladinos y mestizos, a quienes el régimen español amenazó con darles muerte. Finalmente, acabarían con la sublevación (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Durante la colonia, Totonicapán conservó su extensión territorial. Sin embargo antes de la independencia, el Gobierno de la Colonia formó en Chiapas una provincia separada, por lo que quedó conformada por dos partes: Huehuetenango y Totonicapán. Luego la Asamblea Constituyente decretó a Totonicapán como el séptimo departamento de Guatemala. Más adelante fue elevado a la categoría de Villa. Después se le dio el título de Ciudad. En 1938 formó parte del Estado de Los Altos, hasta que en 1849 que se incorporó como departamento de Guatemala (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Economía
Entre los principales productos agrícolas de Totonicapán se encuentran los siguientes: trigo, maíz, frijol, avena y cebada, entre otros. También hay frutas como manzana, ciruelas, granadillas, anonas, nueces y limas. En el aspecto pecuario existen grandes rebaños de ovejas de donde se obtiene la lana que se utiliza para la elaboración de tejidos. Después de Huehuetenango, Totonicapán ocupa el segundo lugar en la producción de tejidos de lana en el país, de los cuales destacan los ponchos, frazadas, alfombras, morrales, bolsas y ropa. También son famosos los tejidos de lana de Momostenango y San Francisco El Alto (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Abunda en los bosques de Totonicapán el pino, del cual se conocen dos especies: el blanco, que es utilizado por los artesanos para la fabricación de muebles, máscaras y juguetes, así como combustible en los hornos para quemar la cerámica. El otro pino es el rojo, o de ocote, que también es utilizado como combustible para encender el fuego del hogar o como medio de iluminación. Sin embargo, estos bosques donde también hay otras maderas de menor importancia económica, se están extinguiendo debido a la tala inmoderada y falta de control (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Totonicapán también elabora cerámica tradicional y vidriada. En todos sus municipios se fabrican tejas y ladrillos de barro que son sometidos al horno para quemarlos, con el objeto de obtener un material resistente y duradero para la construcción de viviendas. Además, se trabaja la cestería, jarcia, productos de hierro, cerería, cuero, tul y pirotecnia (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Cultura
Totonicapán es otro de los departamentos profundamente ancestrales, en cuanto a su espiritualidad religiosa, aunque se haya sincretizado con el cristianismo manifestado en su territorio (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Dos de los mercados más grandes y por demás tradicionales del altiplano guatemalteco los constituyen el de San Francisco El Alto y el del mismo San Miguel Totonicapán. Ambos son un punto de unión de distintas direcciones en donde se puede conseguir lo necesario para cualquier trabajo del campo, industrias domésticas o labores rituales. Ambos también son muy ricos en artesanías de origen local (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Totonicapán es otro de los departamentos que presenta un rico espectro danzario de profundas raices coloniales y precoloniales. Dentro de las danzas están: Venados, Vaqueros, Mexicanos, Pascarines, Xecalcojes, Moros y Cristianos y La Conquista (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
En la aldea El Canto Chiyax se localizan las Cuevas de San Miguel, las cuales son de origen volcánico, éstas fueron concebidas por la filtración del agua de lluvia a través de la piedra caliza de la falla geológica local, lo que disolvió las rocas formando grietas las que se fueron convirtiendo a lo largo de miles de años en pasajes y cuevas (Guatemala esta viva, 2018).
El departamento, por la trascendencia de su población mayense de origen k’iche’, conservó toda la cosmología y la visión del mundo y de la vida del ancestral señorío prehispánico, de tal manera que la cultura del departamento, a pesar de ser resemantizada e hibridizada por los procesos históricos, resguarda con resistencia sus ancestrales valores culturales. No por casualidad se explica que esta región sea la más rica en artes, artesanías, bailes y mercados tradicionales de toda Guatemala. Por ende, también es de los departamentos de mayor riqueza en cuanto a literaturas orales (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
En el área se encuentran tradiciones orales y formas literarias de elevado contenido mayense k’iche’, tales como versiones fragmentadas orales del Popol Vuh. Se privilegian formas literarias, las leyendas tanto históricas como míticas, religiosas y animísticas de espantos, aparecidos y de ánimas en pena. También se encuentran cuentos maravillosos, de animales y bandidos mágicos, que abundan en pueblos y caceríos (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Referencias bibliográficas
- Instituto de Estudios y Capacitación Cívica COMODES. (2001, 3a. Ed.). Diccionario Municipal de Guatemala. Guatemala.
- Insituto Nacional de Estadística de Guatemala. (2006). Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006. Recuperado el 1 de noviembre de 2010, de http://www.ine.gob.gt/index.php/demografia-y-poblacion/42-demografiaypoblacion/64-encovi2006
- Lara, C., Rodríguez, F., García, C. & Esquivel, A. (s.f.). Tradiciones de Guatemala: Sololá. Prensa Libre.
- Lanuza, S. (s.f.). Viaje a Guatemala con Prensa Libre: Sololá. Prensa Libre.
- González, D. (2008). Compendio de Geografía de Centro América. Estados Unidos: E. Goubard.
- Haefkens, J. (1969). Viaje a Guatemala y Centroamérica. Guatemala: Universitaria.
- Morán, S. (1978). Guía Geográfica. Guatemala: Impresión El Faro.
- Guatemala esta viva (2018). Cuevas de San Miguel. elPeriódico. pp. 72