El 25 de marzo de 2023 nos volvimos a ilusionar cuando del túnel del vestidor del estadio de La Cerámica salió un sonriente Juan Román Riquelme vestido de amarillo y azul para jugar el partido de conmemoración del centenario del Villarreal.
Los años pasan, las canas han invadido a la mayoría de los cabellos de quienes rodearon a Román durante su paso por la liga española con el Submarino Amarillo. También tiene un nuevo nombre la cancha que lo acogió durante cuatro años y que lo vio llegar a unas semifinales de la Liga de Campeones de Europa.
A la sonrisa y las manos levantadas para saludar a la casi llena grada del antes llamado Madrigal, se le sumó la primera de tantas ovaciones de la noche, con el público de pie, aplaudiendo y al grito de “Riqueeel”.
El resultado fue lo de menos. Lo ganó España 0-1, con gol de cabeza de Catanha. Al Villarreal lo dirigió el mítico Benito Floro, primer técnico de Román en Villarreal; mientras que la selección de leyendas de España fue representada por José Antonio Camacho.
Mucho del fútbol pasó por los botines clásicos negros de Riquelme, quien pronto intentó una asistencia áerea a Palermo para celebrar todavía más esa reunión entre dos socios que tantas alegrías entregaron en Boca.
También, buscó el córner cerrado que, aunque no alcanzó para gol olímpico, sí llegó a la cabeza de Gonzalo Rodríguez, otro de los grandes compañeros y amigos de Román.
Forlán fue otro de los protagonistas de la noche. Incluso buscó emular alguno de esos goles que logró con asistencia del número 8, aunque en esta ocasión el arquero Ricardo, hoy estrella en la Kings League, se lo impidió.
Además de un tiro de larga distancia que sacó JRR tras una pisada y un amague que lo perfiló de cara a puerta, el público celebró como pocas una jugada ideada por Román: un pase filtrado, exquisito, entre la línea defensiva que dejó solo al lateral Javi Venta dentro del costado derecho del área y que culminó sin éxito tras su intento de asistir a Palermo.
Fueron 65 minutos en total los que jugó Juan Román Riquelme. Fue sustituido por Guayre, bajo otra ovación enorme.
Un partido para no olvidar. Así, como las palabras que dio en el momento en que recibió un submarino a escala conmemorativo del evento.
“Muy buenas tardes. Muy buenas noches. Para mí, siempre es una felicidad venir acá a Villarreal. He pasado muchos años muy lindos, he vivido en Villarreal, he disfrutado mucho. Sigo teniendo mi casa acá y siempre los voy a tener en mi corazón. Muchísimas gracias”, concluyó.